viernes, 15 de septiembre de 2017

13 DE ABRIL. SAN HERMENEGILDO. HAY QUE APRENDERSE LA LISTA DE LOS REYES GODOS
 


San Hermengildo. Me aprendo la lista de los reyes godos y está vacío el trono de los Reyes Católicos. Vuelvo con añoranza a los pupitres de mi infancia y visualizo aquel cuadro olvidado de mi libro de historia y a san Hermenegildo alargando mansamente su cuello a la toza para ser decapitado por el verdugo Sisberto.


Entonces creíamos que fue mandado asesinar por su padre Leovigildo que era un buen rey, que sometió a los vascos y a los godos de Septimania y expulsó a los bizantinos pero tuvo un baldón: la mancha de la muerte de su hijo fue exclusivamente por motivos religiosos.


Hermenegildo gobernador de Sevilla se negó a recibir la comunión arriana la noche de Pascua. Que murió mártir católico. Pero, como dicen, los ingleses “there is more than meets the eye”. San Isidoro tacha a Hermenegildo de rebelde, Juan Bricelano le llama miserable y Gregorio de Tours “mal hijo”. Sólo el papa lo elogia en la proclamación de las actas de su martirio. Es san Gregorio Magno. Fue canonizado por Sixto IV el de la Capilla Sixtina. Felipe II le proclama abogado de la monarquía española.


Habrá entonces que distinguir el Hermenegildo mito del Hermenegildo de carne y hueso. A los hagiógrafos puede que se les fuera la mano al pintar con tan vivos colores a este santo. Los hispano- romanos estaban divididos por la religión: arrianos y católicos. ¿Qué diferenciaba al arrianismo, una oscura herejía de origen alejandrino y de la que se sabe bastante poco pero que abrazaron los godos al renunciar al paganismo y a la religión de Wotan y Thor, del catolicismo legal?


Peregrinas disquisiciones bizantinas. Ambas creencias eran trinitarias y eucarísticas. Los unos prestaban pleitesía espiritual al patriarca de Alejandría y al de Constantinopla; los otros al obispo de Roma. Detrás de estas diferencias late una lucha por el poder y la hegemonía. Leovigildo un hombre práctico buscaba la unidad religiosa que encontró en el arrianismo. Sin embargo en ca el herrero cuchillo de palo que dicen por mi lugar. Su corte toledana era una avispero de rencillas por incompatibilidad de caracteres entre su segunda mujer Gosvinda que no podía ver a su nuera Inunda, esposa de Hermenegildo. El rey de los godos que hasta entonces había sido elegido por el pueblo declara la monarquía hereditaria en la persona de su hijo Leovigildo al que envía a Sevilla como “comes” (conde o jefe de su caballeriza).


Las rencillas no existían sólo entre la suegra y la nuera sino que también minaban las relaciones entre Recaredo y su hermano Hermenegildo. Quien en Hispalis (Sevilla)  proclama la independencia. Su padre Leovigildo acude con un ejército que cerca la ciudad. El sublevado se rinde y es llevado preso mediante halagos a Tarragona. 


En un capitel historiado de Oseto (Alcalá de Guadaira) se encuentra una referencia histórica que da noticia de las luchas entre Hermenegildo y su padre.  La historia que resta es por todos conocida. A la muerte de san Hermenegildo el 13 de abril de 586 es ungido rey su hermano Recaredo quien abjura públicamente del arrianismo y abraza el catolicismo como la religión oficial del país.


A Recaredo nadie le pidió cuentas por la muerte de su hermano.


Este rey que luego fue cruel y algo inhumano no tuvo un Cid ni un juramento de Santa Gadea. La adopción del catolicismo no fue una garantía de unidad de los escindidos visigodos. Desde entonces se achaca al morbo visigótico-la envidia- los males de España que son el carácter banderizo y la desunión. A aquella monarquía le quedaba no más de un siglo de vida desde Recaredo hasta don Rodrigo el felón, desde 586 hasta el 711 cuando el moro entra en España.


Entre medias reinaron los siguientes: Liuva II, Viterico, Gundemaro, Sisebuto (el que echó a los judíos), Recaredo II, Swintila, sisenando, Chintila, Tulga, Chindasvinto, Recesvinto, Wamba, Ervigio, Egica, Witiza, Don Rodrigo, pues era medio portugués,  murió en Viseo devorado por una serpiente... por do más pecado había ya le roen, ya le roen, y enterrado vivo. La historia hizo justicia. Aprendan la lección los felones.
KEN FOLLET ES UN CHARLATAN. NO CONOCE LO QUE FUE EL TEMPLE




















































REITRES DEL TEMPLE (texto 1995)

 

 ▬noveno centenario de la primera cruzada 1095.

▬Concilio de Clermont Ferrand.

▬Saberes gnósticos y profecías.

 

Arcanos del temple cabala a la inversa síntesis de ambos testamentos clave de bóveda del pasado y el futuro. Conocimiento al albur de la gnosis. Los arcanos consultados dicen que sólo quedan dos papas: uno antipapa y un tercero asesinado o dimisionario. Al termino del plazo la barca de pedro será rescatada por los caballeros de la luz solar. Su divisa es la tau hebrea o cruz de los elegidos. Los templarios suben a sus arzones brillan sus lorigas retozan los caballos que van a abrevar al pozo de la sabiduría quien sabe. En su yelmo ocultan los enigmas de la geometría con que construyeron las catedrales. Ken Follet es una especie de asesino de la literatura convencional, un espía inglés lanzado por los enemigos de nuestra Fe, que merodea libros malos por los alrededores de la catedral de Sevilla. Christus structor. Tambien fue Nuestro Señor trigonometría contra el abismo. Sus palabras evangélicas fueron los sillares para construir la ciudad de Dios. Pero Follet desconoce las claves del enigma que propala; no hacerle caso. Ellos hallaron la distancia de πί, idea que se plasma en el octógono de la beatitud catedralicia. A través de los conocimientos matemáticas de la gnosis supieron los templarios adelantados a su tiempo de la llegada de la Red Fraterna Universal bits and bytes del ordenador en conjunciones binarias. Estas enseñanzas las sacaron los libros jónicos y subieron al empíreo, volando bajo el ala del Águila de Patmos. Calatrava, Malta, Santiago, Avis, teutónicos. Los impostores de roma quemaron a Jackes de Molay sin podfer acabar con su maestrazgo. Su sabiduría era un atentado contra el poder pontificio y sus regalías. Cisneros lo supo intuir a fines del siglo XV. El mundo está partido en dos entre la luz y la sombra. Las aspas del molino de la vida después del paraíso terrenal tornan a la derecha dextrógiras o levógiras, al contrario de las manecillas del reloj. Entonces todo sale mal. El legado templario nor deporta a la realidad mística. A las aspas de esa cruz que fluctúa entre rayos de luz y conos de sombra. Las aspas del molino de la vida se entrecruzan. Porque la contradicción perenne habita entre nosotros. Y en medio de este caos se alza la cruz de Cristo que venció a la muerte y desterró al dolor. Al menos esa es la esperanza de los creyentes. Tiempo atrás en las navidades de 1095 se dio por concluidos el concilio de Clermont Ferrand convocado por Urbano II. Allí surgió un cura de la diócesis de Amiens Pedro el Eremita o Pierre le Petit (apenas media medio metro), un iluminado que parlaba de cosas raras. Nada menos que conquistar la tierra que pisó el Señor para alcanzar la bienaventuranza. Las multitudes acudieron en tropel y sin logística a los Santos Lugares.

Bernardo de Claraval recorrió los pueblos de Francia predicando la cruzada. En mala hora. Aquello fue un fracaso total. Al grito de Dios lo quiere las multitudes desarrapadas perecieron de hambre y de frío. Al llegar a Turquía treinta mil peregrinas fueron violadas por los sarracenos. Godofredo de Bullon a despecho de tanta contrariedad va a conquistar la Ciudad Santa en la primavera de 1099 pero por poco tiempo. Las cruzadas fueron el consecuente corolario al terror del milenario.

Y de aquel fracaso nació para el mundo un nuevo orden. Eran los renglones torcidos de Dios.