San Hermengildo. Me aprendo la lista de los reyes godos y está vacío el trono de los Reyes Católicos. Vuelvo con añoranza a los pupitres de mi infancia y visualizo aquel cuadro olvidado de mi libro de historia y a san Hermenegildo alargando mansamente su cuello a la toza para ser decapitado por el verdugo Sisberto.
Entonces creíamos que fue mandado asesinar por su padre Leovigildo que era un buen rey, que sometió a los vascos y a los godos de Septimania y expulsó a los bizantinos pero tuvo un baldón: la mancha de la muerte de su hijo fue exclusivamente por motivos religiosos.
Hermenegildo gobernador de Sevilla se negó a recibir la comunión arriana la noche de Pascua. Que murió mártir católico. Pero, como dicen, los ingleses “there is more than meets the eye”. San Isidoro tacha a Hermenegildo de rebelde, Juan Bricelano le llama miserable y Gregorio de Tours “mal hijo”. Sólo el papa lo elogia en la proclamación de las actas de su martirio. Es san Gregorio Magno. Fue canonizado por Sixto IV el de la Capilla Sixtina. Felipe II le proclama abogado de la monarquía española.
Habrá entonces que distinguir el Hermenegildo mito del Hermenegildo de carne y hueso. A los hagiógrafos puede que se les fuera la mano al pintar con tan vivos colores a este santo. Los hispano- romanos estaban divididos por la religión: arrianos y católicos. ¿Qué diferenciaba al arrianismo, una oscura herejía de origen alejandrino y de la que se sabe bastante poco pero que abrazaron los godos al renunciar al paganismo y a la religión de Wotan y Thor, del catolicismo legal?
Peregrinas disquisiciones bizantinas. Ambas creencias eran trinitarias y eucarísticas. Los unos prestaban pleitesía espiritual al patriarca de Alejandría y al de Constantinopla; los otros al obispo de Roma. Detrás de estas diferencias late una lucha por el poder y la hegemonía. Leovigildo un hombre práctico buscaba la unidad religiosa que encontró en el arrianismo. Sin embargo en ca el herrero cuchillo de palo que dicen por mi lugar. Su corte toledana era una avispero de rencillas por incompatibilidad de caracteres entre su segunda mujer Gosvinda que no podía ver a su nuera Inunda, esposa de Hermenegildo. El rey de los godos que hasta entonces había sido elegido por el pueblo declara la monarquía hereditaria en la persona de su hijo Leovigildo al que envía a Sevilla como “comes” (conde o jefe de su caballeriza).
Las rencillas no existían sólo entre la suegra y la nuera sino que también minaban las relaciones entre Recaredo y su hermano Hermenegildo. Quien en Hispalis (Sevilla) proclama la independencia. Su padre Leovigildo acude con un ejército que cerca la ciudad. El sublevado se rinde y es llevado preso mediante halagos a Tarragona.
En un capitel historiado de Oseto (Alcalá de Guadaira) se encuentra una referencia histórica que da noticia de las luchas entre Hermenegildo y su padre. La historia que resta es por todos conocida. A la muerte de san Hermenegildo el 13 de abril de 586 es ungido rey su hermano Recaredo quien abjura públicamente del arrianismo y abraza el catolicismo como la religión oficial del país.
A Recaredo nadie le pidió cuentas por la muerte de su hermano.
Este rey que luego fue cruel y algo inhumano no tuvo un Cid ni un juramento de Santa Gadea. La adopción del catolicismo no fue una garantía de unidad de los escindidos visigodos. Desde entonces se achaca al morbo visigótico-la envidia- los males de España que son el carácter banderizo y la desunión. A aquella monarquía le quedaba no más de un siglo de vida desde Recaredo hasta don Rodrigo el felón, desde 586 hasta el 711 cuando el moro entra en España.
Entre medias reinaron los siguientes: Liuva II, Viterico, Gundemaro, Sisebuto (el que echó a los judíos), Recaredo II, Swintila, sisenando, Chintila, Tulga, Chindasvinto, Recesvinto, Wamba, Ervigio, Egica, Witiza, Don Rodrigo, pues era medio portugués, murió en Viseo devorado por una serpiente... por do más pecado había ya le roen, ya le roen, y enterrado vivo. La historia hizo justicia. Aprendan la lección los felones.